Aug 22, 2007

A REFRESHING MAGAZINE ARTICLE


In general, Venezuela--my country--is obsessed with beauty and physical appearance. The Miss Venezuela beauty pageant is one of the emblems of our national fixation. International beauty pageants are also significant in Venezuela. Particularly because they are a yearly opportunity to show that ours is "the country of beautiful women."

It isn't suprising then, that in Venezuelan telenovelas beauty is often privileged over talent when casts are selected. To be sure, this isn't exclusive of Venezuela. Beauty over talent is common in almost all telenovela producing countries, with the exception of Brazil.

Given these industry standards, we shouldn't be surprised with the actors' generalized use of plastic surgery and other drastic beautifying procedures. As someone who's had the privilege to interview many actors, I must say that they are trying to survive in an industry that, with very few exceptions, discards those who aren't "pretty," thin and young. Producers and network decision makers say that THIS is what the public wants to see on their TV screens: beautiful, thin, young (and light-skinned...but, that's a topic for another day) characters. In other words, the responsibility for such excessive use of plastic surgery belongs to the public.

With this scenario in which causes and consequences blur, mix and become very confused in a vicious cycle that perpetuates a specific beauty standard, it was very refreshing for me to find in magazine Todo en Domingo inside Venezuelan newspaper El Nacional the following news story and pictures of five young and talented actresses who haven't gone under the knife, who want to be recognized because of their talent, and who have achieved success: Daniela Alvarado (Juana la Virgen, La Invasora, Voltea pa' que te enamores), Chantal Baudaux (La Mujer de Judas, Negra Consentida, Amantes), Ambar Díaz (Por todo lo Alto, El Dr. G y sus mujeres), Estefanía López (Mujer con Pantalones, Te tengo en Salsa) and Marisa Román (Trapos Intimos, Cosita Rica, Ciudad Bendita).

The article is in Spanish. I apologize for not translating it. However, I believe you will enjoy the pictures, and you will be able to get the gist of it. The title is Authentic Beauty on the Screen.















Belleza auténtica en pantalla

Daniela Alvarado, Estefanía López, Chantal Baudaux, Ámbar Díaz y Marisa Román han demostrado que el talento en pantalla no se mide en centímetros ni se pesa en una báscula. Ninguna está en contra de la cirugía plástica, pero sí de sus excesos. Orgullosas de sus volúmenes y estaturas, han confirmado que no sólo los cuerpos perfectos consiguen roles estelares en la televisión

Author: JOSÉ ROBERTO COPPOLA jcoppola@el-nacional.com
Photos: ANÍBAL MESTRE ameswo2@yahoo.com

E l helado terminó derritiéndose en el asfalto. La tinita había saltado furiosa de la ventana del carro en movimiento. Daniela Alvarado iba, manos al volante, un pie en el acelerador y llevaba la tristeza mojándole las mejillas. Unos minutos antes, cuando salía de una heladería, un tipo en la calle le había lanzado una frase estrepitosa: "Por eso es que estás así, por comer tanta porquería, por eso es que no rebajas". En un país de reinas de belleza es difícil rebelarse contra los estándares y mantenerse fiel a un cuerpo con formas naturales. Aquí, tener unos kilos de más pareciera no ser una opción. "Ya yo estoy aburrida de los comentarios de si engordé unos kilos o adelgacé unos cuantos. Yo me siento feliz así, estoy contenta conmigo misma", señala Alvarado. Ante las críticas poco piadosas se debe tener una personalidad muy fuerte para que la autoestima no se descalabre. Su colega Ámbar Díaz también lo sabe: "El venezolano te saluda y te pesa; te dice: `estás más gorda’ o `estás más flaca’.

Y como actriz esa presión es diaria. Yo me siento bien con mi figura, para lograrlo tienes que quererte y aceptarte".

Aquí los cánones de belleza tienen acepciones muy estrechas y están regidos por los parámetros que abundan en pantalla. "Estamos muy estereotipadas. La televisión se ha manejado a través de 90-60-90. Pero antes la protagonista tenía que ser la típica mujer alta, rubia y esbelta, pero eso ha ido cambiando", apunta Estefanía López, quien con su 1.59 de estatura logró protagonizar la telenovela Te tengo en salsa. Ella es un ejemplo de que los centímetros no impiden conseguir un rol principal; es el talento el que se impone. "Hay gente que me dice en la calle `qué chiquita eres’. Yo me siento súper orgullosa de ser bajita. El tamaño no es una limitación: las limitaciones están en la cabeza".

En este país que fabrica misses y en el que los consultorios de los cirujanos están repletos, no es de extrañar que se esté exportando un concepto artificial de la belleza. Chantal Baudaux lo confirmó en España, donde se dio cuenta de que afuera el prototipo de las venezolanas es de mujeres que se operan como quien se maquilla. "Allá me preguntaron: `y tú ¿qué te operaste?’ Si dices que eres de Venezuela piensan que tienes algo operado. A lo mejor si para mí fuese un problema tener los senos pequeños me operaría, pero no es mi caso. Yo siento que para ser una bomba sexy, ya hay demasiada competencia".






















PANTALLA OPERADA 
Pareciera que hay poca aceptación a las siluetas imperfectas en la televisión local en donde escasean las medidas reales y las curvas auténticas. "A mí me preocupa el exceso, el hecho de que intervenirse quirúrgicamente, buscando alcanzar la perfección física, se convierta en una adicción", cuenta Marisa Román quien piensa que el problema es cuando las mujeres empiezan a buscarse detalles en todas partes y se obsesionan con verse en el espejo. Daniela Alvarado coincide porque lo ha visto de cerca: "Hay mujeres que son enfermas de verse bien y yo les digo: `pero si eres bellísima, no te jurungues’. Aquí existe una creencia de que si no te operas no eres bello ¿Cómo se puede ser tan escaso de mente?" "Cuando empecé no era igual a como es ahora. No sé si el problema es de los directivos, de las personas encargadas de seleccionar al talento o es un problema del talento en sí", comenta Chantal Baudaux, quien reconoce que nunca le han sugerido que se agrande los senos para algún personaje. "Yo lo que sí he escuchado es que un manager le ha dicho a una actriz: `Tú deberías operarte los senos porque así te van a llamar más." Ante la plusvalía de los senos de silicón, estas actrices han demostrado que, aun siendo bajitas, con caderas anchas, senos pequeños o piernas gruesas, pueden llegar a ser protagonistas. Como antes, cuando en las telenovelas las mujeres tenían cuerpos ajenos a las prótesis.


Cada quien decide
Si bien es cierto que muchas veces la televisión demanda unos patrones de belleza de concurso, no toda la responsabilidad es de la industria. "A las actrices no nos ponen una pistola en la cabeza para que nos operemos, podemos decidir no hacerlo", comenta Chantal Baudaux quien cree que muchas veces la inseguridad y la competitividad en el trabajo son detonantes de la reproducción de prótesis mamarias. "El autoestima no lo maneja el medio sino las personas que se dejan influenciar por él", sentencia Baudaux.

En la pantalla no todo es el cuerpo. Ámbar Díaz demostró que su figura sinuosa no le impidió protagonizar la serie Doctor G y sus mujeres . Ella está convencida de que las operaciones están sobreutilizadas. "Hay muchachitas que de regalo de 15 años piden una operación de senos. Hay que crear conciencia porque son niñas que están en crecimiento", apunta. En un medio en el que se profana el culto a una estética correcta, Marisa Román apoya la certeza de que es vital no compararse, ni cumplir ambiciones ajenas. "No hay que tratar de llenar ni complacer las expectativas de nadie, ni querer ser lo que los demás quieren que seas. Cuando eres adulto, sabes lo que haces, no puedes culpar al ejecutivo de un canal que te dijo que te verías mejor con tu nariz perfilada o que estás un poco gorda".



MARISA ROMÁN 
¿Se siente bella? Sí. Tengo días en los que no me veo tan bien, estoy trasnochada o tengo un barrito, pero igual con mi barrito salgo a la calle.

¿Está contenta con su cuerpo? Sí, me siento contenta con mi cuerpo.

¿Por qué no se ha operado? Me gustaría que el tiempo pase de verdad en mi cuerpo y que cuando me opere lo haga con más conciencia de mí, de quién soy y estando más clara también.

¿Se operaría algún día? Sí, y trataría de buscar al mejor especialista.

DANIELA ALVARADO 
¿Se siente bella? Me siento bellísima, me siento bien. Pero hay días en que tengo mis altibajos.

¿Está contenta con su cuerpo? Sí, pero a mi barriga la odio.

¿Por qué no se ha operado? No lo sé, hasta ahora no lo he necesitado.

¿Se operaría algún día? A lo mejor algún día, después de haber tenido hijos, me opero los senos para no tenerlos tan caídos.

ESTEFANÍA LÓPEZ 
¿Se siente bella? Me siento súper bella, aunque hay días que me levanto hinchada o me miro al espejo y estoy ojerosa y no me siento tan bella.

¿Está contenta con su cuerpo? Sí, pero no me gusta mi barriga.

¿Por qué no se ha operado? No estoy operada porque apenas tengo 23 años.

¿Se operaría algún día? Sí, me haría la liposucción.

ÁMBAR DÍAZ 
¿Se siente bella? Me siento bella, pero no todo el tiempo. Hay días en los que el cabello o el cutis no están como los quiero o no tengo el peso que deseo.

¿Está contenta con su cuerpo? Sí, pero la parte de mi cuerpo con la cual estoy descontenta son mis caderas.

¿Por qué no se ha operado? Tengo un busto normal de 34-B, podría ponerme silicón y no lo he hecho porque me siento bien con mis senos.

¿Se operaría algún día? Si algún día me opero, me operaría las piernas.

CHANTAL BAUDAUX 
¿Se siente bella? Me siento bella todos los días, pero no las 24 horas.

¿Está contenta con su cuerpo? Sí, pero te diría que me quitaría dos kilos, que me gustaría estar más tonificada y que cuando me tocaras una nalga tocaras una piedra.

¿Por qué no se ha operado? No he sentido la necesidad, quizás tengo mente antigua, pero pienso que el ejercicio, el trabajo duro y las dietas te ayudan.

¿Se operaría algún día? Quizás cuando tenga mis hijos me haga un refrescamiento o me levante los senos.





EL PESO DEL TALENTO 
"Es muy raro escuchar a algún compañero decir que está en un curso de algo; la mayoría habla de que está a dieta o que está yendo al gimnasio", suelta Chantal Baudaux. El medio es riguroso con los numeritos que se leen en la báscula e implacable con la figura aunque un cuerpo escultural no es una garantía de rating. Ámbar Díaz admite que para todos los personajes que ha interpretado la han mandado a hacer dieta y a veces ha terminado llorando. "Esta es una industria en la que tienes que estar bien y si estás pasada de peso empiezan a llamar la atención". Las veces que a Estefanía López le han dicho que tiene que adelgazar lo asume como parte del show. Ella lo ha vivido desde pequeña cuando era parte del Club de los Tigritos. "Teníamos un productor que nos decía: `niñas, tienen que estar flaquísimas’ y éramos flaquísimas".

Por su parte, Daniela Alvarado revela que cuando a ella la mandan a adelgazar, lo hacen porque se dejan llevar por la sociedad. "El peso nunca ha tenido que ver con mi trabajo, yo he protagonizado, y perdóname la expresión, teniendo el culo más grande de lo que lo tengo ahora". Pero el medio valora también el histrionismo y el talento.

"No es indispensable tener grandes lolas o tener una cintura operada, hay otras cosas que se toman en cuenta", reconoce Estefanía López.






1 comment:

Nina said...

Hi!! I wish I could read this article.. but I don't understand the language.. I'm from Malaysia by the way. Love reading your posts- and love learning about Venezuela and the spanish telenolevas esp Juana la virgen!! hehe .. Hope to go there one day.. =)